Por: Anhy Durley González Durán
En pensiones el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad – RAIS, cuya solidaridad la pone el Estado y los mismos afiliados; introducido bajo el sistema económico neoliberal, en el artículo 48 de la Constitución Política:
¿A quiénes beneficia?
A los dueños de las AFP; Luis Carlos Sarmiento Ángulo de Porvenir, al Grupo Empresarial Antioqueño de Protección, a los chilenos ahora dueños de Colfondos y a los chinos de Old Mutual ahora Skandia.
También beneficia a los socios como los hermanos Montenegro Trujillo, Santiago de la asociación de fondos privados - Asofondos y Armando, pensionado de Colpensiones, que por demás tiene un fondo de inversiones en pensiones.
Lo que más indigna, es que beneficia al economista Alberto Carrasquilla Barrera, Ministro de Hacienda y muchos otros, que reciben directa e indirectamente los beneficios; según se lee en el libro el Cartel de las Pensiones en Colombia de Sergio Mario Alvarado Areiza.
Todos ellos con un denominador común, sus altos ingresos, forjado con el negocio del derecho fundamental de la Seguridad Social en Pensiones.
Y si es tan bueno el régimen privado – RAIS, ¿Por qué obligan a los colombianos a permanecer en los fondos privados de pensión?
Porque no es tan bueno y de no obligar a los colombianos, se cae el negocio de las pensiones.
Porque de dar libertad de traslado a Colpensiones, peligra la fortuna de Sarmiento Angulo, que hoy es tres veces más rico que el extravagante Donald Trump; además peligra la fortuna del GEA y de los nuevos ricos, como los hermanos Montenegro Trujillo, entre otros.
¿Por qué son prisioneras las víctimas de los fondos privados de pensión?
Porque aprovechando la denominada economía conductual –sobrevivir el presente y no pensar en el futuro- promovieron la Ley 100 de 1993, modificada por la 797 de 2003, que priva a los afiliados elegir libremente el régimen más favorable, al llegar a los 47 años mujeres y 52 hombres, impidiéndoles elegir el traslado a Colpensiones.
Porque la gran mayoría fueron afiliados con engaños y cuando se dieron cuenta de que el RAIS realmente no es beneficioso para el trabajador y sí para sus dueños, como reacción normal, optaron por el régimen más favorable; pero ya era demasiado tarde, los sorprendió la norma fríamente calculada, que les impide la mejor opción.
¿Acaso el RAIS garantiza la cobertura, la equidad y la sostenibilidad?
En cuanto a la cobertura, que significa el cubrimiento de la población en pensionados; se tiene, que del total de los pensionados en Colombia, Colpensiones tiene más del 57.5% a su cargo y cada año pensiona un aproximado de la mitad de lo que en total tiene los fondos privados, que escasamente del 100%, sólo cubre el 3.8%; esto, usando una tabla publicada en el diario del dueño de Porvenir. (Alvarado. 2019. Pág. 606-607)
La razón es sencilla, como el régimen privado no es un sistema creado para pensionar sino para ahorrar; se ha limitado a la devolución de aportes a afiliados, que incluso por régimen de transición tenían causada la pensión con 500 semanas y hasta con las 1300 semanas actualmente exigidas en el régimen público.
Pero como no les resultó rentable devolver el dinero, crearon los Beneficios Económicos Periódicos – BEPs, con el fin de ya no tener que devolver el saldo, sino en módicas y paupérrimas cuotas denominadas subsidios, cada dos meses y escasamente de 40 mil pesos aproximadamente, según el saldo ahorrado.
Esto es, la huida de la Seguridad Social hacia la Asistencia Social. No es sacrificando la Seguridad Social de los trabajadores, como el Estado piensa evadir la responsabilidad de la Asistencia Social de los más desfavorecidos.
En ese orden, el RAIS es incapaz de garantizar la cobertura, pese a que tiene a la mayoría de los afiliados, muchos en contra de su voluntad o por ignorancia en el complejo tema de pensiones.
En relación con la equidad, que significa igualdad o justicia se tiene, que el régimen que la asegura es el régimen público; puesto que liquida la pensión de acuerdo al ingreso base de liquidación - IBL sobre el cual se cotizó durante los últimos 10 años de servicio o de toda la vida laboral, si es más favorable. Pese a las nefastas reformas pensionales sigue siendo el mejor sistema pensional y prueba de ello, la crisis económica provocada por la pandemia, que demostró la pérdida de las AFP reflejada en los extractos de los afiliados.
Mientras el régimen privado se ha caracterizado por la iniquidad o perversidad, pues mientras despojan el derecho irrenunciable a la Seguridad Social en Pensiones, sus dueños y socios enriquecen sus arcas; eso es depravación y corrupción, en total primacía del interés particular sobre el interés general de los colombianos.
Es decir, el régimen privado NO garantiza la equidad o la justicia, entendida como el derecho a recibir pensiones dignas, por el contrario al elevar el monto mínimo para causar una pensión de 1 smmlv para 2020, el afiliado hombre tiene que tener ahorrado alrededor de 240 millones de pesos y la mujer 284 millones; una cínica y moderna forma de esclavitud.
Referente a la sostenibilidad, que es lo que más atacan los enemigos del régimen público; se aclara, que en Colombia la normativa impone un máximo de cotización de 25 smmlv; sobre los cuales se calcula como tasa de remplazo un 55% con 1300 semanas y un máximo de 70% con 1800 semanas, según la Ley 797 de 2003. Además, Colpensiones ha demostrado en sus informes de gestión, que es sostenible y que necesita menos aportes del Estado.
De todas maneras, no se puede olvidar que el régimen público caracteriza al Estado Bienestar, consagrado en el Estado Social según la Constitución Política colombiana; que ordena además la prevalencia del interés general sobre el particular. Sin olvidar, que el régimen público incluye los regímenes especiales.
En cambio el RAIS NO garantica la sostenibilidad, prueba es el fallido Decreto Legislativo 558 del 2020, que camuflado por la pandemia pretendió relevar de la obligación pensional -o responsabilidad- a los fondos privados y a las aseguradoras; intentando trasladar a Colpensiones a los pensionados o próximos a pensionar bajo la modalidad de Retiro Programado; que son casi todos los que tiene, de los escasos 173 mil pensionados del total del RAIS.
La sostenibilidad se prueba además, en que Colombia es de los países que menos invierte en el gasto de pensiones; que más se debería llamar invertir en talento humano cesante; más se invierte en la guerra y en la burocracia.
¿En Colombia coexisten dos sistemas pensionales en condiciones desiguales?
La respuesta es sí; dos sistemas totalmente desiguales dependiendo desde la óptica en que se mire.
Por un lado el sistema público administrado por la UGPP, que actualmente recoge todos los regímenes especiales y por COLPENSIONES, que tiene a más de la mitad del total de los pensionados de Colombia y recibe cotizaciones.
Por otro lado el sistema privado administrado por las administradoras de fondos privados de pensión, las AFP PORVENIR, PROTECCION, COLFONDOS Y SKANDIA.
Si se mira desde la óptica de los dueños de las AFP es un régimen dual desigual, porque el régimen público les limita las ganancias; porque su jugoso negocio tiene un potente enemigo, Colpensiones, que les impide apoderarse del 100% de la rentabilidad del negocio y eso, que el régimen público es administrado actualmente por un amigo del sistema privado, en palabras de Alvarado Areiza.
Si se mira desde la óptica de los afiliados, es un régimen dual desigual, porque mientras el régimen público reconoce pensiones dignas, los afiliados atrapados en el RAIS tienen que someterse a paupérrimas pensiones; en el vil engaño sistemático y generalizado, en el cual han caído magistrados, jueces, ministros, congresistas, economistas, abogados, entre otros profesionales; con un denominador común, todos legos o ignorantes en el complejo tema de pensiones; cuanto más vil si se trata de un ciudadano del común sin oportunidad de haber podido estudiar una carrera universitaria.
Otro denominador común de estas víctimas de las AFP, teniendo un empleo estable y cotizando a Seguridad Social en Pensiones.
Condiciones desiguales, porque mientras los defensores del sistema privado se jactan de hacer devoluciones de los aportes, el régimen público sí pensiona dignamente.
Condiciones desiguales, porque mientras el fin de la Seguridad Social es pensionar tal como lo hace el régimen público; el régimen privado devuelve los ahorros, que escasamente alcanzan para 5 años de pensión y el resto, los afiliados quedan sin salud y sin pensión; además, cínicamente se ufanan de esta hazaña, en lugar de conceder pensiones dignas.
Condiciones desiguales porque mientras cada año Colpensiones pensiona un número equivalente a la mitad del total, que en casi 30 años tiene pensionados el RAIS y eso, que el sistema privado pretendió en plena pandemia, desmontarse de su obligación pensional.
Condiciones desiguales, porque el modus operandi del RAIS fue copiado de Chile, atacando el régimen público "presuntamente" en total pánico económico y más lejos, incurriendo –también “presuntamente”- en falsedades, omisiones, engaños, dádivas. Mientras el régimen público, que es de propiedad de todos los colombianos, se le prohíbe hacer campaña alguna para captar afiliados a Seguridad Social, únicamente a BEPs.
Condiciones desiguales, porque mientras el régimen público es equitativo y se ajusta a las garantías, derechos y preceptos de la Constitución Política; el régimen privado en su lugar, acrecienta la brecha entre ricos y pobres; entre los dueños o socios de los fondos privados y los trabajadores colombianos.
Pero, ¿Por qué les asusta tanto que se apruebe una ley que libere a las víctimas de las AFP y les permita el traslado a Colpensiones?
Porque se descapitaliza el fortín de los dueños y socios de las AFP, porque deben trasladar a Colpensiones el ahorro, más los rendimientos y lo que más les asusta, son los pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia, que ordena trasladar además las cuotas de administración.
Históricamente el Senado de la República tiene una gran responsabilidad de favorecer el interés general y el bien común o en su lugar, demostrar de parte de quienes están, si de quienes usurpan el derecho a la pensión o de los electores; porque las víctimas son de todos los partidos políticos.
Esto es, aprobando el proyecto de ley, que concede la libertad a los prisioneros del RAIS; proyecto liderado por el Partido Conservador y que salió de la Cámara de Representantes por mayoría, pese a los Representantes que le dieron la espalda al Pueblo Soberano, que cada vez despierta y conoce a los defensores de derechos constitucionales, tanto como pasa cuenta de cobro en las urnas a sus detractores, como quedó demostrado en los comicios anteriores.
Fuente: Alvarado, S.M. (2019). Lugar de publicación: WordPress. Recuperado de: https://carteldelaspensiones.wordpress.com/